Tegucigalpa.- El mal del político Hondureño, pensar que al llegar a la presidencia, todo lo del país le pertenece incluso la misma población.
Esto de creerse dueño de las personas es un mal que debe de erradicarse, ya que cada ser es totalmente libre de su nacimiento, con el derecho de escoger su vida, y desde ninguna punto de vista tiene que imponérsele nada.
Pepe solo es el representante del pueblo que lo eligió y no su propietario, así que no entendemos sus misas negras con el vándalo de Manuel Zelaya, es algo sobre lo que no puede hacer ningún tipo de trato. Sigue leyendo